Existe evidencia respaldada sobre los Beneficios De La Fermentación, Según Los Expertos, con múltiples beneficios para la salud. La fermentación es el proceso de transformación de microorganismos buenos, que al consumirlos ayudan al sistema digestivo, y por lo tanto mejoran nuestra digestión y salud en general.
La kombucha es una bebida fermentada hecha a base de té negro y/o té verde, y un cultivo de bacterias y levaduras conocida como SCOBY (por sus siglas en inglés «symbiotic culture of bacteria and yeast»). Es una bebida que aporta probióticos que favorecen la salud de la flora intestinal (microbiota).
Esta bebida puede ser perfectamente un reemplazo saludable de refresco, con múltiples beneficios.
- Es una bebida potentemente antioxidante, por los polifenoles propios del té que aumentan durante el proceso de fermentación.
- Mantiene regulares los niveles de azúcar en la sangre. Para lograr este fin, se debe fermentar durante 4 semanas, y ya no ser tomada como una bebida sino más bien como un “vinagre de kombucha”. En una kombucha con menos tiempo de fermentación, es mucho más ligero el sabor avinagrado.
- Nos estimula la producción de ácidos gástricos indispensables para una buena digestión.
- Desintoxica, ya que contiene ácido glucurónico que ayuda al hígado y riñones a extraer las sustancias dañinas del cuerpo.
- Contiene una importante cantidad de complejo B (B1, B2, B3, B6, B12), por lo que actúa como un energizante para el cuerpo.
- Contiene vitaminas C, D, E y K, ácido fólico, hierro, potasio, zinc, manganeso, cobre, calcio, magnesio.
Cómo Hacer Kombucha en Casa
Veamos el paso a paso para realizar kombucha en casa, y disfrutar de este tesoro de la fermentación.
KOMBUCHA
4 litros (10-12 porciones)
MATERIALES:
- 1 o varios frascos de vidrio sin tapa
- 1 olla
- 1 paleta de madera
- Toallita o paño de cocina
- Liga o tapa
- Botellas de cuello largo (tipo vino) de 750 ml o 1 litro con tapa. También pueden ser botellas individuales de menor capacidad
- Colador plástico
Nota: Debes asegurarte de que tus frascos de vidrio estén limpios y desinfectados. Para hacer eso, simplemente pon un poco de agua hirviendo y vinagre para esterilizarlos y luego secarlos.
INGREDIENTES:
Primera fermentación
- 4 lts de agua natural
- 4 sobres de té negro o verde o 2 cdas de té suelto (orgánico de preferencia)
- 2 cdas de panela (piloncillo, panocha) granulada o 1 taza de azúcar (orgánica de preferencia)
- 250 ml de kombucha
- 1 SCOBY (comprado, donado, o puedes hacer el propio -te explico abajo cómo-)
Nota: Sí, entendiste bien, se necesita kombucha ya lista para esta receta. Puede ser de la primera fermentación (es decir, sin sabor añadido) de tu kombucha anterior o puedes comprar kombucha sin pasteurizar.
Segunda fermentación
(10 días después)
- 1 taza de fruta de tu preferencia
- Hierbas aromáticas frescas de tu preferencia
- Endulzante al gusto (opcional)
Notas:
El tiempo ideal de fermentación de esta bebida es de 10 días para la primera fase, y de 3 días para la segunda fase.
Temperatura óptima: 25 a 30 °C
PROCEDIMIENTO:
Primera fermentación
- Calienta en la olla 1 litro de agua con panela (piloncillo, panocha) granulada o 1 taza de azúcar (orgánica de preferencia).
- Deja hervir hasta que la panela se deshaga por completo. Apaga y coloca tus sobres de té durante 3 a 5 minutos.
- Retira los sobres de té y vierte en el frasco de vidrio (o varios frascos) sin tapa y coloca el resto del agua (3 litros). Debes asegurarte de que no siga caliente.
- Agrega la kombucha, mezcla y pon el SCOBY en la mezcla.
- Cubre cada frasco con una toallita o paño de cocina y asegura con una liga o lazo. Guárdalo en un lugar donde reciba luz (no directamente al sol).
- Cada mañana destapa y mezcla con una pala de madera. Vuelve a cubrir y continúa así durante 10 días.
- Cuela la kombucha, preferiblemente con un colador de plástico.
Tips:
Puedes poner una etiqueta en el frasco con las fechas en que se realizará la fermentación, y colocar una alarma diaria para revisar y mezclar tu kombucha.
El día 10 retira el SCOBY. Puedes guardarlo en otro frasco con un poco del líquido de la kombucha, o en una bolsa hermética y mantenerlo en refrigeración hasta que vuelvas a usarlo. ¡RECUERDA! no lo dejes muchos días en el refrigerador, no es su ambiente favorito.
Importante: Separa 250 ml para tu próxima kombucha.
Segunda Fermentación
En esta segunda fermentación se puede agregar sabor a la kombucha:
- Licúa 250 ml de agua y 1 taza de la fruta que hayas elegido: ½ taza de la mezcla para 750 ml de kombucha, o 3 cucharadas para una botella de 350 ml aproximadamente.
- Puedes jugar con las combinaciones y agregar hierbas como menta, albahaca, jengibre, cúrcuma, manzanilla, lavanda, etc.
- Porciona tu kombucha en las botellas con tapa, cierra, y mezcla bien.
- Guárdalo en un lugar completamente oscuro durante 2 días.
- En esta segunda fermentación ya no es necesario revisar todos los días. Puedes guardar tu kombucha y sacarla hasta el día 2 o 3.
- Terminando estos días, saca la kombucha y cuela nuevamente (si así lo deseas). Lleva a refrigeración.
Nota: Es común que durante la segunda fermentación, la kombucha se haga más dulce, por lo que puedes quedarte únicamente con el dulce de las frutas; o si utilizas aromáticos u otros, solo ajusta al gusto.
Cómo Hacer tu Propio SCOBY en Casa
Te comparto dos métodos diferentes para poder iniciar tu propio SCOBY en casa.
Método número uno:
- Comienza hirviendo 1 taza de agua y cuando el agua esté casi a punto de hervir, apagala y agrega 3 bolsas de té negro o verde, cualquiera funcionará, y déjalo reposar el tiempo que normalmente dejarías reposar una taza de té.
- Mientras, continúa y agrega ⅓ de taza de azúcar (orgánica de preferencia) al té en remojo.
- Después de que el té haya reposado durante unos 3-5 minutos, retira las bolsitas de té y revuelve nuevamente (para asegurarte que todo el azúcar se disuelva por completo).
- Agrega 3 tazas de agua a temperatura ambiente. Asegúrate de no agregar ningún iniciador de kombucha o un SCOBY al agua hirviendo porque matará el cultivo y no crecerá.
- Agrega la mezcla de té y azúcar al recipiente en el que desees preparar la kombucha. Debes asegurarte de que tus frascos de vidrio estén limpios y desinfectados. Para hacer eso, simplemente pon un poco de agua hirviendo y vinagre para esterilizarlos y luego secarlos.
- Luego, agrega 2 tazas de kombucha comprada sin pasteurizar a la mezcla de té ya enfriado; una vez que la hayas agregado, cubre el frasco (o los frascos) con una toalla o un paño de cocina, y asegura con una liga o lazo.
- Para poder hacer tu SCOBY de kombucha, guárdalo entre 7 a 10 días en un lugar donde reciba luz (no directamente al sol). Dentro de ese tiempo verás que se forma una película opaca en la parte superior y ese será tu SCOBY.
Método número dos:
Este método es realmente sencillo para poder hacer tu propio SCOBY en casa, y esto es especialmente bueno si quieres hacer bastantes para poder regalar o darle otros usos:
- Debes tener frascos de vidrio limpios y esterilizados, tomar la kombucha sin pasteurizar directamente de la tienda y verterla en los frascos.
- Si compras una botella completa, puedes dividirla entre tres o cuatro frascos diferentes.
- Cubre los frascos con una toallita o paño de cocina y asegura con una liga o lazo. Guárdalo en un lugar donde reciba luz (no directamente al sol) por 7 a 10 días.
Nota: Verás un SCOBY formado en la parte superior de la kombucha. Tendrá un color opaco y una especie de gelatina (que es el SCOBY).
Hacer en casa tu propio SCOBY para kombucha es bueno por un par de razones:
- Puedes dar SCOBY a las personas que estén interesadas en comenzar su propia kombucha.
- Los SCOBY son geniales para poner en un jardín una vez ya no los quieras utilizar para fermentar. También los puedes congelar y hacer premios para tu perro, hacer mascarillas para el cabello y la cara, y muchas otras cosas realmente geniales.
AVISO IMPORTANTE
Esta información no es presentada por un médico y es únicamente con fines educativos e informativos. El contenido no pretende ser un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre busca el consejo de tu médico u otro proveedor de atención médica calificado con cualquier pregunta que puedas tener con respecto a una condición médica. Nunca ignores el consejo médico profesional ni te demores en buscarlo por algo que hayas leído.