Dependemos de los microorganismos para nuestra digestión. Éstos son criaturas microscópicas que funcionan de manera muy similar a nosotros en términos de respirar, comer y producir desechos.
Los microorganismos responsables de la fermentación, son necesarios para el sistema inmunológico para resistir enfermedades. La investigación está revelando que la química del cerebro que determina cómo pensamos y cómo nos sentimos está regulada por estos microorganismos en el intestino.
Las bacterias han estado en la tierra desde que existe la vida, y estamos aprendiendo mucho más sobre cómo estamos realmente relacionados con el mundo natural.
Qué Tiene Que Ver la Fermentación Con Cómo Nos Sentimos
El hecho de que estemos compuestos por diez veces más microorganismos que el ADN humano está cambiando en gran medida la forma en que interactuamos con el mundo microbiano. Todos dependemos de las bacterias para muchas cosas que nos mantienen vivos y nos ayudan a funcionar. Los investigadores y los médicos están comenzando a pensar en nuestros intestinos como ecosistemas que deben cuidarse, y están buscando nuevas formas en las que podamos trabajar con microbios para devolver el equilibrio al microbioma de nuestro intestino (los microbios en el intestino se conocen colectivamente como el microbioma), pues el aumento de la cantidad de microbios en el intestino parece tener un gran efecto en la salud y el bienestar en general.
Los alimentos y bebidas fermentadas siempre han sido populares y nunca han pasado de moda. Podríamos hablar de café, pan, queso, cerveza y vino. Muchas de las comidas más deliciosas del mundo están hechas por fermentación.
Hay muchos tipos de microorganismos en todo lo que comemos, pero muchas de nuestras comidas y bebidas favoritas se han perdido o se han reemplazado con versiones estériles, como el chucrut en lata (una col cruda finamente cortada que ha sido fermentada). Los expertos están descubriendo que esto puede haber sido negativo para nosotros.
Se especula que el 90% de todas las enfermedades comienzan en el intestino. Esto podría ser causado por comer demasiados alimentos procesados, usar demasiados antibióticos, pesticidas, herbicidas, agua clorada, antibacterianos, etc.
Pero, ¿qué significa fermentar? Los microorganismos cambian las cosas a través del proceso de fermentación. Es una práctica antigua que personas de todo el mundo han realizado durante mucho tiempo. La fermentación no requiere ningún conocimiento de biología o de microorganismos. Cualquier cosa puede ser fermentada. Ahora, no siempre que los microorganismos cambian algo, terminamos con algo sabroso que queremos meter a nuestra boca. Usamos la palabra «fermentación» para hablar de cambios intencionales o al menos deseables realizados por microorganismos, dice el experto en el tema Sandor Katz.
El objetivo principal de la fermentación es controlar el crecimiento de microorganismos. Hacemos esto cambiando el medio ambiente para que algunos organismos crezcan y otros no.
Estamos descubriendo, por primera vez en nuestras vidas, que comer las bacterias mismas es un gran beneficio. La salud y la diversidad de las bacterias en nuestros intestinos están vinculadas a nuestra salud y bienestar, y las bacterias en sí mismas son una de las mejores cosas de los fermentos.
No todos los alimentos o bebidas fermentadas tienen bacterias vivas. Si se cocinan o calientan de alguna otra manera, el calor mata las bacterias. Pero a medida que más personas se enteran de esto, más y más de nosotros buscamos alimentos fermentados vivos, o alimentos fermentados que no hayan sido cocinados o calentados, para poder comer estas bacterias, que a menudo se denominan probióticos.
La diversidad de bacterias intestinales es muy importante para la salud a largo plazo. El ácido indol-3-láctico es una molécula que obtenemos de nuestra dieta. Se puede encontrar en alimentos fermentados como encurtidos, chucrut, kimchi y kéfir. Es muy importante porque nuestros cuerpos lo toman y lo convierten en uno de los antioxidantes más fuertes del cuerpo.
Ahora estamos empezando a comprender lo importante que es tener un microbioma variado. Si nuestros intestinos están sanos, vamos a:
- Sentirnos con más energía.
- Enfermarnos con menos frecuencia.
- Tener una mejor claridad mental y, en definitiva, tener un mejor bienestar emocional.
En comparación, muchas investigaciones muestran que si no tenemos un intestino sano, podría estar relacionado con cosas como:
- Condiciones autoinmunes.
- Diabetes.
- Trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer.
- Incluso problemas emocionales como la ansiedad y la depresión.
La Dra. Erika Ebbel Angle dice que necesitamos mejorar nuestro estado físico interno porque comer mal puede impedir que obtengamos los nutrientes que necesitamos para mantenernos saludables. También puede dañar y cambiar toda la composición de nuestro intestino.
Hablemos de Flatulencia
La flatulencia no es una parte normal de una digestión saludable, y puede ser una señal de que algo está desequilibrado. Si queremos estar sanos, es importante mantener nuestra digestión y microbioma en buen estado, por lo que debemos prestar atención a lo que nos dice nuestro cuerpo.
Las personas que comen demasiados carbohidratos y azúcares son más propensas a contraer enfermedades relacionadas con la dieta, por lo que es importante saber cómo nuestro cuerpo las enfrenta. Comer carbohidratos en exceso es la principal causa de mucha flatulencia, por lo que debemos cambiar a una dieta pre-industrial baja en carbohidratos que elimine los carbohidratos refinados y procesados. Rachel Van Der Gugten, Nutricionista, dice que las personas que comen menos carbohidratos y más grasas saludables y proteínas tienen menos gases.
Al contrario de lo que la mayoría de la gente piensa, es posible no volver a tirarse gases “nunca más”.
Lo primero que podemos hacer es encontrar maneras de lidiar con el estrés. Ese es el mayor desencadenante para la mayoría de las personas.
La segunda cosa, que a la mayoría de la gente le resulta fácil, es simplemente tomar ácido clorhídrico, que es un suplemento para el ácido estomacal que debe tomarse bajo supervisión y ayuda mucho tanto con la flatulencia como con la digestión.
Por último, pero no menos importante, es agregar alimentos naturalmente fermentados, ácidos, y en escabeche, a nuestra dieta. Antes de la Revolución Industrial, esto era una parte común de nuestras dietas. Sin embargo, después de la Revolución Industrial, comenzamos a utilizar la refrigeración masiva, por lo que dejamos de conservar los alimentos con sal, encurtidos y fermentados. Como resultado, perdimos algo que era muy bueno para nuestra salud digestiva y nuestra salud en general, los microorganismos.
¡Nos convertimos en lo que comemos y, lo que es más importante, en lo que absorbemos!
Yogur Vs. Kéfir, ¿Qué Es Mejor?
(natural, sin pasteurizar):
Yogur:
- Realmente solo ayuda a limpiar el colon y alimenta los microbios que ya están allí. No agrega nuevas bacterias al colon.
Kéfir:
- Ayuda a que crezcan nuevas colonias de bacterias buenas y levaduras.
- Aporta al organismo muchos más nutrientes que el yogur, como calcio, magnesio, fósforo, vitaminas B12 y B1, y muchas otras cosas buenas.
- Es mucho más fácil de digerir.
AVISO IMPORTANTE
Esta información no es presentada por un médico y es únicamente con fines educativos e informativos. El contenido no pretende ser un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre busca el consejo de tu médico u otro proveedor de atención médica calificado con cualquier pregunta que puedas tener con respecto a una condición médica. Nunca ignores el consejo médico profesional ni te demores en buscarlo por algo que hayas leído.