A veces las prisas, el estrés o la rutina nos hacen devorar la comida sin apenas darnos cuenta de lo que hemos comido. Destinar un tiempo y energía para darle conciencia plena es cuidarnos, y cuidar aquello que comemos. Por eso, el mindful eating puede ayudarnos a calmar nuestras emociones y a disfrutar más de lo que el cuerpo necesita. Estudios muestran que esto nos puede conducir a una mayor conciencia de cómo y por qué estamos comiendo y puede ayudarnos a desarrollar una relación positiva con la comida.
El mindful eating -alimentación consciente- trata de poner toda nuestra atención en el acto de comer. Se trata de “sintonizar” nuestra mente con la comida, apagar el piloto automático y ser más conscientes de todo lo que comemos, de cómo lo comemos y, sobre todo, de cómo nos hace sentir.
Esto también nos ayuda a tomar consciencia de nuestro hambre emocional, que es el tipo de hambre que sentimos cuando experimentamos ira, tristeza, miedo o aburrimiento -entre otros. Y es cuando nos sentimos vacíos en el corazón que llenamos el estómago con alimentos inadecuados, dejando de lado la dieta, y haciéndonos sentir culpables.
8 Consejos Útiles Para Lograr el Mindful Eating
Hay elementos que nos pueden ayudar a comer de manera más consciente. Podemos elegir uno y la próxima vez que estemos comiendo, elegir el segundo, hasta que seamos completamente conscientes de lo que estamos comiendo.
1. Ser conscientes del hambre
El estómago vacío y el hambre son dos cosas diferentes. El hambre significa que nuestros niveles de energía comienzan a caer, pero un estómago vacío es algo bueno. Debemos considerar cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que comimos. ¿Empezamos a sentir hambre? ¿Hay otras señales corporales que podamos estar notando, como sentir sed?
2. Apagar los dispositivos
Apagar o silenciar los celulares. Si estamos en el automóvil, apagar la música. Cuando estemos en casa, apagar la televisión u otros dispositivos. Estar en silencio es muy fácil. Las distracciones se pueden minimizar si nos tomamos un descanso de los dispositivos. Créeme, las notificaciones no irán a ninguna parte.
3. Despejar nuestras mentes
Ser conscientes de la comida que está delante de nosotros. Tener ese plato frente a nosotros requirió mucha preparación y cocción. Necesitamos reducir nuestro ritmo y ser intencionales sobre lo que estamos a punto de comer. Podemos tomarnos un momento para estar agradecidos.
4. Involucrar los cinco sentidos
Ver la luz del sol dentro de nuestra comida, sentir el aroma, acercarnos la comida a la boca y saborearla; realmente sentir la saliva que se comienza a producir en nuestra boca mientras nos preparamos para comer; observar dónde está pasando la comida; qué lado de la boca; prestar atención al sonido de la masticación mientras lo disfrutamos. Además, prestar atención a la textura de cada bocado puede hacer que nuestra experiencia de comer se sienta más intencional.
5. Realmente masticar la comida
Se recomienda de 30 a 40 masticadas por bocado. En el proceso de masticación, nuestra boca libera amilasa salival y este es el comienzo de nuestro proceso de digestión. La masticación es el primer y más importante paso. Cuanto más mastiquemos, menos carga pondremos en nuestro estómago y el resto de nuestro sistema digestivo.
6. Nombrar los sabores
Mientras comemos, ya sea una comida, disfrutando de un refrigerio o un gustito, seamos conscientes de los sabores y tratemos de determinar cuáles estamos percibiendo. Hay cinco sabores básicos: dulce, agrio, amargo, salado y umami (una categoría de sabor en los alimentos, además de dulce, agrio, amargo y salado).
7. Bajar los cubiertos
Dejar el tenedor o simplemente colocar las manos abajo entre bocados no solo nos da la oportunidad de reducir la velocidad, sino que también tenemos estos momentos con nosotros mismos y preguntarnos: ¿Estoy disfrutando esta comida? ¿De verdad todavía quiero más? ¿Ya he tenido suficiente? ¿Me siento satisfecho?
8. Post comida
Prestar atención después de la comida es muy importante para entender cómo la comida afecta nuestro estado de ánimo. ¿Ciertos alimentos nos hacen sentir de mal humor, con poca energía o con sueño? ¿Estamos ansiosos o deprimidos? ¿Quizás nos sentimos llenos de energía y con la mente despejada? No podemos estar desconectados de esta parte del proceso de comer, ya que tiene mucho que enseñarnos. Es recomendable llevar un diario de alimentos para rastrear nuestras respuestas y cómo nos hacen sentir ciertos alimentos.
Somos lo que Comemos… ¡Y Cómo lo Comemos!
Cuando miramos a nuestra sociedad actual, pensamos: «Wow, a medida que envejecemos, vamos a contraer una de estas enfermedades como cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, etc. Es solo parte de envejecer». Las personas simplemente asumen que van a contraer una de esas enfermedades, lo cual es triste porque actualmente sabemos que la dieta y las enfermedades están fuertemente relacionadas.
Esto tiene algo que ver con la Dieta Americana Estándar S-A-D (por sus siglas en inglés, Standard American Diet): exceso de azúcar, sal, grasa y productos de origen animal. Nos convertimos en víctimas, y entonces decimos: «Eso viene de mi familia. Todos en mi familia tienen diabetes». O, «Todos en mi familia tienen cáncer en algún momento». Pero eso es rendirse y no ser intencionales con nuestras elecciones. Lo que nos da poder es la comida. La comida tiene mucho poder. Puede tanto sanar como enfermar. Por lo tanto, todos tenemos ese poder en nuestras elecciones de alimentación.
Los estudios han encontrado que en los Estados Unidos, las personas gastan alrededor del 10% de los ingresos de su hogar en alimentos. Otros países gastan alrededor del 30%. Y en los últimos 50 años, y contando, a medida que las personas gastan cada vez menos en alimentos, se enferman cada vez más. ¿Cómo llegamos ahí? ¿Por qué vivimos en una sociedad en la que la gente quiere carros bonitos, ropa bonita y todo el entretenimiento que pueda conseguir, pero dónde es que la gente quiere ahorrar dinero? En la comida, y decir: «No vale tanto».
Pero gastar tanto vale la pena. Obtenemos lo que pagamos cuando se trata de comida, por lo que es un tema muy importante. La gente se pregunta: «¿Cómo podemos comer bien?», pero la verdad es que no podemos darnos el lujo de no comer bien. Tenemos que pensar en cualquier dinero que gastamos en alimentos como dinero que gastamos en atención médica. Pensar en los alimentos que compramos como parte de cómo cuidamos nuestra salud. Queremos cuidar nuestro cuerpo ahora para no tener que gastar tanto en atención médica en el futuro.
Lo que realmente necesitamos hacer es convertirnos en personas que presten atención a lo que comen. Y cuando hablamos de comer conscientemente, nos referimos a que realmente somos lo que comemos. Y cada bocado que comemos nos cambia y nos hace quienes somos. Así que tenemos que pensar cuidadosamente sobre nuestras elecciones de comida. Entonces nos damos cuenta de que la comida no solo llena nuestra barriga, sino también necesita alimentar nuestra alma.
Test Corto
- ¿Comes de forma acelerada sin ser consciente?
- ¿Quizá sientes falta de control respecto a la comida?
- ¿Calmas tus emociones a través de ciertos alimentos?
Si has contestado de forma afirmativa a alguna de estas preguntas, necesitas comer de manera más consciente aplicando los consejos que hemos visto.
El mindful eating no siempre tiene que tener lugar en un entorno tranquilo. Podemos comer con consciencia en cualquier lugar, incluso cuando tenemos prisa. Ya sea que estemos comiendo una comida, un refrigerio o una golosina, ser conscientes de lo que comemos puede ayudarnos a disfrutarlo más.
AVISO IMPORTANTE
Esta información no es presentada por un médico y es únicamente con fines educativos e informativos. El contenido no pretende ser un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Siempre busca el consejo de tu médico u otro proveedor de atención médica calificado con cualquier pregunta que puedas tener con respecto a una condición médica. Nunca ignores el consejo médico profesional ni te demores en buscarlo por algo que hayas leído.